lunes, 6 de mayo de 2024

‘HALLELUJAH’ Leonard Cohen

 

https://es.wikipedia.org/wiki/Hallelujah_(canci%C3%B3n_de_Leonard_Cohen)

Hallelujah es una canción de Leonard Cohen publicada en su álbum Various Positions en 1984.


Es un poema basado en historias bíblicas, relatos antiguos, creencias, la fe y las inseguridades e inquietudes existenciales. Cohen utiliza la simbología judía para expresar la gloria y la pena de amar.2

En el primer estribillo menciona un acorde celestial que el rey David componía a Dios (el Aleluya), y de inmediato se dirige a alguien, y señala con ironía que no le interesa la música. Por eso le explica cómo es el acorde a medida que lo ejecuta: "Va así: la cuarta, la quinta, cae la menor y sube la mayor".2

En la segunda estrofa, relata el momento en que David vio a Betsabé bañándose en un tejado y quedó maravillado de su belleza. También menciona la traición de Dalila al cortarle el pelo a Sansón, como metáfora de la mujer en general de la que un hombre se enamora apasionadamente.

La canción ha sido versionada por muchos artistas. En algunos casos, se ha mantenido la melodía conseguida entre John Cale y Jeff Buckley, pero cambiando la letra casi por completo para darle un sentido de alabanza religiosa, en especial cuando se traduce a otros idiomas. En aquellos casos, casi lo único que mantiene de la versión original es el "Hallelujah" del estribillo.


https://www.lavanguardia.com/cultura/20161111/411784226666/hallelujah-leonard-cohen-letra-significado-espanol.html

 

Significado y letra en español de la canción ‘Hallelujah’ de Leonard Cohen

La canción forma parte del álbum ‘Various positions’ del año 1984 y se convirtió en uno de los himnos del artista

11/11/2016 11:43 Actualizado a 11/11/2016 15:15

Leonard Cohen compuso la canción Hallelujah , incluida en el álbum Songs of love and hate (1984), sentado en el suelo en calzoncillos y golpeándose la cabeza contra el suelo. Así al menos lo relató a la revista SongTalk . Aunque inicialmente no fue una de las canciones más populares del artista fallecido este viernes, con el tiempo se convirtió en un auténtico himno. Contribuyeron a dar popularidad a la canción Hallelujah las versiones que hicieron artistas como Jeff Bluckley o John Cale, entre muchos otros.

La letra, escrita por el propio Leonard Cohen y de la que se dice que realizó 80 versiones antes de dar con la forma que finalmente vio la luz, versa sobre temas bíblicos. Según la tradición hebrea y cristiana, la palabra aleluya del coro de la canción remite a un canto o señal de júbilo. En las primeras estrofas de la canción se alude al rey David. Así, Cohen recurre a la simbología judeocristiana para hablar de la felicidad y el dolor que provoca el amor.


LYRICS

Hallelujah, de Leonard Cohen

Hallelujah.  Leonard Cohen

 

Well I’ve heard there was a secret chord

That David played and it pleased the Lord

But you don’t really care for music, do you?

Well it goes like this:

The fourth, the fifth, the minor fall and the major lift

The baffled king composing Hallelujah

Hallelujah, Hallelujah

Hallelujah, Hallelujah

 

Well your faith was strong but you needed proof

You saw her bathing on the roof

Her beauty and the moonlight overthrew you

She tied you to her kitchen chair

And she broke your throne and she cut your hair

And from your lips she drew the Hallelujah

Hallelujah, Hallelujah

Hallelujah, Hallelujah

 

You say I took the name in vain

I don't even know the name

But if I did, well, really, what's it to you?

There's a blaze of light in every word

It doesn't matter which you heard

The holy or the broken Hallelujah

Hallelujah, Hallelujah

Hallelujah, Hallelujah

 

I did my best, it wasn't much

I couldn't feel, so I tried to touch

I've told the truth, I didn't come to fool you

And even though it all went wrong

I'll stand before the Lord of Song

With nothing on my tongue but Hallelujah


Hallelujah ,Hallelujah

Hallelujah, Hallelujah

Hallelujah ,Hallelujah

Hallelujah, Hallelujah

Hallelujah ,Hallelujah

Hallelujah


VOCABULARY

baffled  /ˈbæfəld/ perplejo/a,  desconcertado/a

overthrow [sb] derrocar a, derribar

overthrow [sth] (government: overturn)  derrocar vtr


Se interpretó en la celebración de la coronación de los reyes de Holanda. Dirección : André Rieu


Leonard Cohen en directo London. July 17, 2008

Texto en español

Escuché que había un acorde secreto

que David tocaba y agradaba al Señor

Pero a ti no te interesa la música ¿verdad?

Bien, va así la cuarta, la quinta

el menor baja y el mayor se eleva

El rey desconcertado compone aleluya

Aleluya, aleluya

Aleluya, aleluya


Bien, tu fe era cierta pero necesitabas demostrarlo

La viste bañarse en el techo

Su belleza y la luz de la luna te derrocaron

Ella te ató a su silla de la cocina

Ella rompió tu trono y cortó tu pelo

y con tus labios ella dibujó el aleluya


Aleluya, aleluya

Aleluya, aleluya

Dices que tomé el nombre en vano

ni siquiera sé el nombre

Pero si lo hiciera, bueno, en serio, ¿a ti qué te importa?

Hay un resplandor de luz en cada palabra

No importa cual escuchaste

El sagrado o el quebrantado Aleluya

Aleluya, aleluya

Aleluya, aleluya

 

Hice lo mejor que pude, no fue mucho.

No podía sentir, así que traté de tocar

Te he dicho la verdad, no vine a engañarte

Y aunque todo salió mal

Me presentaré ante el Señor de la Canción

Sin nada en mi lengua excepto Aleluya

Aleluya, aleluya

Aleluya, aleluya

Aleluya, aleluya

Aleluya, aleluya

Aleluya, aleluya,

Aleluya, aleluya,

Aleluya, aleluya


https://www.fpa.es/es/premios-princesa-de-asturias/premiados/2011-leonard-cohen.html?texto=discurso&especifica=0

 

LEONARD COHEN

PREMIO PRÍNCIPE DE ASTURIAS DE LAS LETRAS 2011

TRAYECTORIA

Leonard Norman Cohen (Montreal, Canadá, 1934 - Los Ángeles, EE.UU., 2016) nació en el seno de una familia de emigrantes judíos. Interesado por la literatura desde la niñez, en 1955 se licenció en esta especialidad en la Universidad McGill de Montreal. En esa época se produjeron sus primeros contactos con la música y formó parte de The Buckskin Boys, un grupo de aficionados a la música country. Más tarde, se trasladó a Nueva York con una beca de estudios que le permitió ingresar en la Columbia Graduate School.

En 1956 recibió una subvención del Canada Council para escribir un libro, y publicó su primera obra poética, titulada Let us compare mythologies, inspirada en Federico García Lorca, por el que siempre ha manifestado gran admiración. Es una recopilación de poemas escritos entre 1949 y 1954, en la que Leonard Cohen refleja la temática que será recurrente en su obra, como la persecución de los judíos, las relaciones de pareja y la religión. Autor de trece libros, en la década de los 60 se instaló temporalmente en la isla de Hydra, en Grecia, y comenzó a componer canciones aunque sin abandonar la literatura. Durante esos años publicó su segundo libro, Spice-box of Earth (1961), su primera novela The favourite game (1963) y un nuevo libro de poemas Flowers for Hitler (1964). A estos seguirían la novela, Beautiful losers (1966), el poemario Parasites of Heaven (1966) y las obras The energy of slaves (1972) y Book of mercy (1984). Book of longing (2006), una colección de poesía, prosa y dibujos, fue el primer libro de poesía en alcanzar el número 1 en las listas de ventas en Canadá. En 2011 publicó Poems and Songs. Y en 2018, de forma póstuma, se editó La Llama, donde además de incluirse poemas inéditos, se recogió el discurso de aceptación pronunciado con motivo del Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2011.

En 1967 regresó temporalmente a Estados Unidos y publicó su primer disco, Songs of Leonard Cohen, que incluía algunos de sus temas más conocidos como Suzanne y Sisters of Mercy. A este trabajo siguieron Songs From a Room (1969), con gran acogida por parte del público, y Songs of Love and Hate (1971), que le confirmó como uno de los autores más destacados del momento. A lo largo de las décadas de los 70 y 80 realizó giras por todo el mundo y publicó álbumes como Live Songs (1973), New Skin for the Old Ceremony (1974), Death of a Ladies’ Man (1977), Recent Songs (1979) y Various Positions (1984), cuyo tema Hallelujah ha sido, desde entonces, versionado por más de 150 artistas. Con posterioridad publicó I’m Your Man (1988) y The Future (1992), en los que consiguió plasmar a la perfección el espíritu de su tiempo. Desde entonces, ha grabado Ten New Songs(2001), Dear Heather (2004) y Blue Alert (2006). En 2008, y tras la celebración de su 40 aniversario como artista, Cohen ofreció 84 conciertos por todo el mundo, a los que asistieron más de 700 000 personas, en una gira que significó su regreso a los escenarios tras 15 años de ausencia. Posteriormente editó Songs from the road (2010), un álbum grabado en directo durante la gira, con sus canciones más emblemáticas. A este trabajo le siguieron otros álbumes de estudio como Old Ideas (2012), Popular Problems (2014) −coincidiendo con su 80 cumpleaños− y You Want It Darker (2016), producido por su hijo Adam Cohen. Tras su fallecimiento, Thanks for the Dance (2019) se convirtió en el primer trabajo de estudio póstumo.

Admirado por artistas de renombre, muchos han interpretado sus temas y han grabado discos homenaje como I´m your fan (1991), Tower of song (1995) −en el que intervienen cantantes como Billy Joel, Sting, Elton John y Bono−, Leonard Cohen: I’m your man (2006) y According to Leonard Cohen (2007).

Fue Oficial y Compañero de la Orden de Canadá, la orden civil canadiense de mayor rango, y Gran Oficial de la Orden Nacional de Quebec. En 2008 ingresó en el Rock and Roll Hall of Fame y en 2010 fue distinguido con el premio Grammy a toda una trayectoria. En 2011 fue galardonado con el Glenn Gould Prize.

Texto del discurso

Majestad,

Altezas,

Excelentísimas e Ilustrísimas autoridades,

Miembros del Jurado,

Distinguidos premiados,

Señoras y señores,

Es un gran honor estar aquí ante ustedes esta noche. Quizás, como el gran maestro Riccardo Muti, no estoy acostumbrado a estar ante un público sin orquesta tras de mí, pero lo haré lo mejor que pueda como artista en solitario hoy.

Anoche me quedé en vela, pensando qué podía decir aquí, en esta asamblea de distinguidas personas. Y después de comerme todas las chocolatinas, todos los cacahuetes del minibar, garabateé unas pocas palabras. No creo que tenga que hacer referencia a ellas. Obviamente, estoy muy emocionado por ser reconocido por la Fundación. Pero he venido aquí esta noche para expresar otra dimensión de mi gratitud; creo que puedo hacerlo en tres o cuatro minutos y voy a intentarlo.

Cuando estaba haciendo el equipaje en Los Ángeles, tenía cierta sensación de inquietud porque siempre he sentido cierta ambigüedad sobre un premio a la poesía. La poesía viene de un lugar que nadie controla, que nadie conquista. Así que me siento como un charlatán al aceptar un premio por una actividad que yo no controlo. Es decir, si supiera de dónde vienen las buenas canciones, me iría allí más a menudo.

Mientras hacía el equipaje, cogí mi guitarra. Tengo una guitarra Conde que está hecha en el gran taller de la calle Gravina, 7, en España. Es un instrumento que adquirí hace más de 40 años. La saqué de la caja, la alcé, y era como si estuviera llena de helio, era muy ligera. Y me la acerqué a la cara, miré de cerca el rosetón, tan bellamente diseñado, y aspiré la fragancia de la madera viva. Ya saben que la madera nunca llega a morir. Inhalé la fragancia del cedro, tan fresco como el primer día que adquirí la guitarra. Y una voz parecía decirme: “Eres un hombre viejo y no has dado las gracias, no has devuelto tu gratitud a la tierra de donde surgió esta fragancia”. Así que vengo hoy, aquí, esta noche, a agradecer a la tierra y al alma de este pueblo que me ha dado tanto. Porque sé que un hombre no es un carnet de identidad y un país no es solo la calificación de su deuda.

Ustedes saben de mi profunda conexión y confraternización con el poeta Federico García Lorca. Puedo decir que cuando era joven, un adolescente, y buscaba una voz en mí, estudié a los poetas ingleses y conocí bien su obra y copié sus estilos, pero no encontraba mi voz. Solamente cuando leí, aunque traducidas, las obras de Federico García Lorca, comprendí que tenía una voz. No es que haya copiado su voz, yo no me atrevería a hacer eso. Pero me dio permiso para encontrar una voz, para ubicar una voz, es decir, para ubicar el yo, un yo que no está del todo terminado, que lucha por su propia existencia. Y conforme me iba haciendo mayor comprendí que con esa voz venían enseñanzas. ¿Qué enseñanzas eran esas? Nunca lamentarnos gratuitamente. Y si uno quiere expresar la grande e inevitable derrota que nos espera a todos, tiene que hacerlo dentro de los límites estrictos de la dignidad y de la belleza.

Y entonces ya tenía una voz, pero no tenía el instrumento para expresarla, no tenía una canción.

Y ahora voy a contarles muy brevemente la historia de cómo conseguí mi canción.

Porque era un guitarrista mediocre, aporreaba la guitarra, solo sabía unos cuantos acordes. Me sentaba con mis amigos, mis colegas, bebiendo y cantando canciones, pero en mil años nunca me vi a mí mismo como músico o como cantante.

Pero un día, a principios de los 60, estaba de visita en casa de mi madre en Montreal. Su casa está junto a un parque y en el parque hay una pista de tenis y allí va mucha gente a ver a los jóvenes tenistas disfrutar de su deporte. Fui a ese parque, que conocía de mi infancia, y había un joven tocando la guitarra. Tocaba una guitarra flamenca y estaba rodeado de dos o tres chicas y chicos que le escuchaban. Y me encantó cómo tocaba. Había algo en su manera de tocar que me cautivó. Yo quería tocar así y sabía que nunca sería capaz.

Así que me senté allí un rato con los que le escuchaban y cuando se hizo un silencio, un silencio apropiado, le pregunté si me daría clases de guitarra. Era un joven de España, y solo podíamos entendernos en un poquito de francés, él no hablaba inglés. Y accedió a darme clases de guitarra. Le señalé la casa de mi madre, que se veía desde las pistas de tenis, quedamos y establecimos el precio de las clases.

Vino a casa de mi madre al día siguiente y dijo: “Déjame oírte tocar algo”. Yo intenté tocar algo, y él dijo: “No tienes ni idea de cómo tocar, ¿verdad?”. Yo le dije: “No, la verdad es que no sé tocar”. “En primer lugar déjame que afine la guitarra, porque está desafinada”, dijo él. Cogió la guitarra y la afinó. Y dijo: “No es una mala guitarra”. No era la Conde, pero no era una guitarra mala. Me la devolvió y dijo: “Toca ahora”. No pude tocar mejor, la verdad.

Me dijo: “Deja que te enseñe algunos acordes”. Y cogió la guitarra y produjo un sonido con aquella guitarra que yo jamás había oído. Y tocó una secuencia de acordes en trémolo, y dijo: “Ahora hazlo tú”. Yo respondí: “No hay duda alguna de que no sé hacerlo”. Y él dijo: “Déjame que ponga tus dedos en los trastes”, y lo hizo “y ahora toca”, volvió a decir. Fue un desastre. “Volveré mañana”, me dijo.

Volvió al día siguiente, me puso las manos en la guitarra, la colocó en mi regazo, de manera adecuada, y empecé otra vez con esos seis acordes –una progresión de seis acordes en la que se basan muchas canciones flamencas–. Lo hice un poco mejor ese día. Al tercer día la cosa, de alguna manera, mejoró. Yo ya sabía los acordes. Y sabía que aunque no podía coordinar los dedos para producir el trémolo correcto, conocía los acordes, los sabía muy, muy bien.

Al día siguiente no vino, él no vino. Yo tenía el número de la pensión en la que se hospedaba en Montreal. Llamé por teléfono para ver por qué no había venido a la cita y me dijeron que se había quitado la vida, que se había suicidado.

Yo no sabía nada de aquel hombre. No sabía de qué parte de España procedía. Desconocía porqué había venido a Montreal, porqué se quedó allí. No sabía porqué estaba en aquella pista de tenis. No tenía ni idea de porqué se había quitado la vida. Estaba muy triste, evidentemente.

Pero ahora desvelo algo que nunca había contado en público. Esos seis acordes, esa pauta de sonido de la guitarra han sido la base de todas mis canciones y de toda mi música. Y ahora podrán comenzar a entender las dimensiones de mi gratitud a este país.

Todo lo que han encontrado de bueno en mi trabajo, en mi obra, viene de este lugar. Todo lo que ustedes han encontrado de bueno en mis canciones y en mi poesía está inspirado por esta tierra.

Y, por tanto, les agradezco enormemente esta cálida hospitalidad que han mostrado a mi obra, porque es realmente suya, y ustedes me han permitido añadir mi firma al final de la página.

Muchas gracias, señoras y señores.


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